Hace ya semanas que nos dejó Lemmy Kilmister de Motorhead.
He de reconocer que Motorhead puede conmigo. No soporto el sonido acelerado, retumbante y grave del bajo-apisonadora de Lemy.
Pero este trabajo alternativo de Lemmy junto a Slim Jim Phantom de Stray Cats me ha gustado.
Me resultaba curioso que Lemmy se acercara al rockabilly. Pero no lo había escuchado.
Ahora ha caido en mis manos y puedo decir que el disco es simpático y divertido.
Más punky que rockabilly. Pero divertido.
La aterciopelada voz de Lemmy no desentona con el saturado sonido. Y como las canciones resultan más melodiosas que las salmodias metaleras de motorhead pues me gusta.
Chulo. Descanse en paz.